FMPR acusa a la Asociación de Maestros de “darle zarpazo” a derecho de educadores

Asociación de Maestros pretende imponerse su plan médico al magisterio

La Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR) acusó al la Asociación de Maestros de intentar “darle un zarpazo al derecho de los educadores a acogerse al plan médico que le ofrezca mayores beneficios a un menor costo”.

“La Asociación pretende obligar al magisterio a seleccionar PROSSAM, que es propiedad de la Asociación, como el ÚNICO plan médico que puedan tener los maestros. Esto constituye un claro conflicto de intereses y un atropello antidemocrático para favorecer las arcas de esa empresa sindical”, declaró Mercedes Martínez, presidenta de la FMPR, en una conferencia de prensa.

“La Asociación de Maestros desea imponer su plan porque esto representa un negocio millonario para ellos ya que obligaría a miles de maestros a ingresar a un plan al que voluntariamente no se unirían”, aseguró Martínez.

El plan de la Asociación de Maestros tiene unos 12,000 miembros entre activos, jubilados. La mayoría de los 32,000 maestros y maestras no se afiliarían a PROSSAM voluntariamente.

La situación surge porque existen propuestas de plan con una mejor cubierta y a un menor precio que el de la Asociación de Maestros.

La Federación de Maestros indicó que “en un intento por empujar su plan médico, la Asociación esta trabajando en una cubierta que llamarán “PROSSAM sindical” que será más limitada para poder bajar los precios. Es decir, ofrecerán un producto deficiente con tal de apropiarse de las aportaciones que hacen los maestros y el gobierno”.

Mercedes Martínez advirtió que “PROSSAM no puede ser considerado porque no está regulado por la Oficina del Comisionado de Seguros. El Hospital del Maestro, que forma parte del conglomerado de empresas que controla la Asociación de Maestros, atraviesa una situación difícil y buscan inyectarle capital, obligando a los maestros a afiliarse por la fuerza al plan médico”.

La Federación de Maestros argumentó en el proceso de elecciones sindicales que uno de los propósitos de la Asociación de Maestros, si resultaba seleccionada como representante sindical del magisterio, era fortalecer el plan médico PROSSAM que se encuentra en una situación delicada. “Los hechos confirman lo que dijimos entonces”, expresó la dirigente sindical.

La FMPR entiende que “esta movida de la Asociación no sólo es abusiva, sino que no tiene base legal alguna”.

La ley 158 de 2006, que añadió un nuevo inciso a la ley 95 del 29 de junio de 1963, establece que las uniones en el sector público pueden escoger un plan único para todos los miembros de la Unidad Apropiada pero EXCLUYE expresamente a los maestros. Esta ley indica como parte del inciso h que “se excluye de la aplicación de esta ley a los miembros del magisterio presente y futuro…”

“Por otro lado, la Asociación de Maestros no puede aspirar a imponer su plan médico porque la negociación de su Convenio Colectivo fue tan deficiente que no negoció nada en ese renglón. El llamado Convenio Colectivo que acordaron con el patrono es un compendio de políticas de la agencia sin ningún beneficio para la matricula”, manifestó Martínez.

La ley citada establece que, en el caso de las agencias a las que si aplica el derecho de la unión a escoger un plan de salud único, el convenio debe establecer “las cláusulas y condiciones que permitan lo aquí expuesto”. La Asociación no negoció nada referente al plan médico del magisterio.

La Federación de Maestros planteó que ese sindicato “defiende que cada maestro y maestra tenga el derecho a acogerse al plan que le ofrezca mejores tarifas y cubiertas sin imposiciones de una organización empresarial que busca adueñarse de las primas que pagan los educadores y de la aportación del Departamento de Educación”.

“Buscaremos que se respete el derecho de maestros y maestras a seleccionar el plan que más les convenga. Le advertimos a la Asociación de Maestros que se acerca el momento en que el magisterio se lance a buscar la decertificación de esta unión patronal. Los maestros han visto con desilusión que no defienden sus intereses y solo buscan apoderarse de los recursos económicos de los educadores”, concluyó Mercedes Martínez.