Oscar López y los tenis converse de Carmen Yulín (video)
(San Juan, Puerto Rico) Entre una comprimida multitud en la Plaza de la Convalecencia de Río Piedras, en el vaivén de espacios reducidos, buscaba llegar a lo imposible. El objetivo, una entrevista con el expreso político Oscar López Rivera. En Puerto Rico, sin excluir a la diáspora, se llegó en un momento dado a casi un consenso nacional, que fue creciendo durante mas de 20 años, para respaldar la excarcelación de López.
En dicha coyuntura histórica se unieron diversos sectores apoyando la lucha por su liberación, a través de campañas de firmas, resoluciones de legislaturas municipales en casi todos los 78 municipios, el endoso de una diversidad de personalidades de la clase política de todos los partidos, organizaciones, la clase artística y la comunidad casi en general, ya sea por razones humanitarias, políticas o de cualquier otra índole. Sin embargo a medida que se acercaba la fecha definitiva de su libertad otros sectores salieron de su escondite mediático para oponerse a la celebración inminente, embriagada de aires de terrorismo, ensalsada con teorías incendiarias, asesinatos y sangre derramada. Imputaciones que los cuerpos de inteligencia de la nación mas poderosa del mundo no pudieron encontrar, probar o acusar en un tribunal federal, y que al final resultó en la acusación y sentencia por conspiración sediciosa contra Oscar López. En lo que si ha habido consenso es en la cantidad excesiva de años cumplidos en cárcel.
Tras el anuncio de su conmutación por parte del expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y la excarcelación final bajo Trump, su libertad definitiva ha polarizando algunos sectores, casi por razones estrictamente ideológicas.
Retomando mi caminar desde la cordillera hasta la plaza sanjuanera, cientos de pasos, codazos bienvenidos, miradas de quién es este y el alzamiento de banderas boricuas, fueron suficientes para llega apenas a metros de Oscar López, que con su sonrisa desgastada, insistía en confundirse entre la multitud en su primer día con el pueblo que lo esperaba, no sin ser custodiado por un "task force" criollo de voluntariado que lo cuidaba. Luego de mas de cien entrevistas a los medios de prensa, acreditada, independiente y no oficial, ya las palabras sobraban. Un visiblemente cansado Oscar, luego de una larga jornada, continuaba compartiendo con su pueblo en una esquina de la tarima. Desde ahí bailaba, firmaba autógrafos, besaba a niños y conversaba con los que lograban acercarse. Llegué a saludarle mas no lo pude entrevistar. Su mirada lucía exhausta de tanto mirar de nuevo a un cambiado Puerto Rico. Respondió mi saludo en un mili segundo pero no recuerdo que me dijo. Al intentar entrevistarlo me los impidieron y mas que una molestia fue una salvación. Ya a esa hora la fluidez lírica y mental de Oscar, y mis preguntas casi repetitivas, se hubieran ido un rato a jugar.
Luego traté de salir de allí bajo una calor intensa y mirando el suelo para no pisar, con mi maleta con equipo técnico, los pies cubiertos de marcas registradas, hasta que me topé con un par de tenis converse de color rojo intenso con unos indescifrables casi jeroglíficos incrustados. Cuando levante la mirada, resolví el casi acertijo. Eran los tenis converse de Carmen Yulín Cruz, la alcaldesa de San Juan. Estaba lucía con sus calzado autografiado por Oscar.
Luego de casi querer apropiarse de mi equipo de video para poder descifrar como la iba a grabar y de sus preguntas técnicas de rigor, Yulín conversó y respondió mis preguntas.
De lo que conversamos estoy seguro que traerá reacciones casi igualmente polarizadas.